CARMONA (SEVILLA), 27 (EUROPA PRESS)
El secretario general de CCOO de Sevilla, Carlos Aristu, ha advertido de que el Gobierno andaluz «no tiene en su agenda luchar contra la precariedad» y lo ha acusado de «estar empeñado» en mostrar una «imagen edulcorada» de la realidad andaluza para compensar «lo que realmente padecen los andaluces en su día a día».
Así lo ha manifestado en una entrevista concedida a Europa Press con motivo de su participación en la inauguración del curso de verano ‘Nuevas expresiones de precariedad y su impacto social y político’ que ha comenzado este jueves en la sede de la Universidad Pablo de Olavide en Carmona (Sevilla) y está dirigido por el secretario de Comunicación, Formación y Juventud de CCOO de Sevilla, José Manuel Torres Ayala.
Ha expuesto que «no se está apostando por incidir en un cambio de la estructura productiva» para que en Andalucía existan «las mismas oportunidades» de trabajar de algo que «sí se puede» en otros sitios del país, y para que los jóvenes «que se forman en el sistema universitario público andaluz no tengan que irse a trabajar de lo suyo a otras comunidades autónomas y generar allí el valor añadido», además de «contribuir al sostenimiento del proceso de deterioro de la sanidad pública» y que «la única solución que nos presentan en favorecer el negocio privado».
El secretario de CCOO en Sevilla también ha señalado la desigualdad como uno de los «grandes problemas que hay en España», alegando que «hoy día es más difícil que una persona de clase trabajadora escale socialmente en nuestro país», lo que genera una «gran desafección» en la gente joven, al «padecer una sensación de ansiedad y de incertidumbre por su futuro por mucho que estudie». Y es que ha afirmado, además, que «nuestra sociedad no es meritocrática» y que «el esfuerzo no se recompensa porque es complicado que una persona, aunque ponga todo su empeño, salga de la precariedad».
Esto «conlleva un grave riesgo para la democracia», ha explicado, ya que «cuando la gente no se siente partícipe de las políticas que se están llevando a cabo, buscan otras alternativas» ya sean individuales, como «refugiarse en el deporte para mejorar su salud mental o en el emprendimiento» u optar por «el populismo».
Pero la precariedad «también afecta a la salud», y ha asegurado que existen estudios que recogen que «hay muchas categorías laborales en nuestro país que van medicadas a trabajar» para poder sobrellevar la «sobrecarga física y mental» y existen indicadores sobre la «relación directa entre la precariedad laboral y vital y la salud mental», lo que se traduce en que «más de la mitad de las muertes laborales del país no son a causa de accidentes traumáticos, sino que ocurren por afecciones cardiovasculares directamente relacionadas con el nivel de estrés y sobrecarga en el trabajo».
Sin embargo, para terminar, ha resaltado que, a nivel nacional, «gracias a diferentes acuerdos» entre sindicatos y algunas organizaciones empresariales y el Gobierno Central, «ha habido un cambio profundo en el mundo del trabajo», situándolo «en el centro» de la agenda política y llevándose a cabo «la primera reforma laboral del país después de 40 años», aunque ha concluido con que «el problema es que «este proceso se está dando acompañado de un contexto de inflación que hace que el incremento de mejoras salariales no se traduzca en un incremento general de la vida».
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