«Lo que hay que hacer es adaptar bien el tren a la ciudad y a la ZBE», apunta el regidor
FUENLABRADA, 29 (EUROPA PRESS)
El alcalde de Fuenlabrada, Javier Ayala (PSOE), ha asegurado que la vía de la línea C-5 de Cercanías a su paso por el caso urbano «será integrada en los próximos años» con la proyectada pasarela peatonal a modo de jardín que salvará la brecha del ferrocarril, «una transformación importante» para la ciudad, y que se adaptará también a la zona de bajas emisiones (ZBE) que se implantará en la ciudad.
En una entrevista concedida a Europa Press, el regidor ha considerado que las previsiones de los próximos meses permitirán llegar a una situación en la que «se pueda convivir con el tren» en la ciudad.
Ayuso ha hecho alusión al proyecto del ‘Parqueducto’, la gran pasarela sobre la C-5 que una vez terminada, será «un jardín», que enlazará la plaza de la Constitución con el aparcamiento de Renfe Central y se constituirá como uno de los principales espacios singulares de Fuenlabrada, cambiando así la fisionomía de la ciudad.
Este proyecto, liderado por los arquitectos Mauro Díaz Doncel y Maitane Díaz Prieto, se alzó con el primer premio del concurso de ideas para diseñar la pasarela del Paseo del Tren de Fuenlabrada, convocado por el Ayuntamiento, en colaboración con el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) y Adif. El proyecto contempla un corredor natural con una longitud de 68 metros y un ancho de 10 metros.
En concreto, recoge tres zonas de actuación: la zona noroestre donde se ubica la Plaza de la Constitución, presidida por el edificio del Ayuntamiento; el área central ocupada en superficie por el edificio de la estación de Cercanías y la línea de ferrocarril; y la manzana generada entre el Paseo de la Estación y la calle Grecia, donde se encuentra el acceso principal de la estación de Metro de Fuenlabrada Central.
La construcción de esta infraestructura singular cuenta con más de 3 millones de euros de financiación europea Next Generation a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
«El tren puede ser un gran problema o puede ser también algo con lo que convivamos. Creo que lo que hay que hacer es adaptarlo bien a la ciudad y a la Zona de Bajas Emisiones», ha zanjado Javier Ayala.
UNA ZBE «LAXA» PERO CUMPLIENDO CON LA UE
En esta línea, Ayala ha manifestado que la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), que se aplicará en el municipio a finales año, tiene criterios «laxos» pero que responderán a los «parámetros» que establece la Unión Europea, vertiente que ha intentado explicar a vecinos y colectivos.
«Nosotros no somos el Ayuntamiento de Madrid, ni mucho menos. Lo hemos explicado a colectivos de empresarios, lo hemos explicado a hosteleros, lo hemos explicado a la ciudadanía en general y lo que queremos es que de alguna forma cumplamos con los parámetros de la Unión Europea», ha manifestado.
La ZBE abarca una franja de terreno de un kilómetro cuadrado aproximadamente, y entrará en vigor el 1 de julio, si bien hasta el 1 de enero de 2025 no comenzará a aplicarse el régimen sancionador.
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