MADRID, 20 (SERVIMEDIA)
La Real Academia de Ciencias Morales y Políticas acogió este jueves la presentación y lectura del manifiesto ‘La primera década de la Monarquía renovada’, apoyado y firmado por más de 250 personalidades del mundo civil, académico, empresarial, cultural, político y de otras adscripciones transversales y diversas, y en el que subrayan el «permanente» compromiso del rey Felipe VI con la democracia.
El manifiesto coincide con la celebración de los diez años transcurridos desde la proclamación de Felipe VI como Rey de España.
«Como prometió en el inicio de su reinado, su fidelidad a la Constitución ha sido permanente, como irrenunciable ha sido su compromiso con los valores en los que descansa nuestra convivencia democrática», expresa el manifiesto. Además, reconoce el papel de la princesa Leonor, que tras jurar la Constitución también simboliza un proyecto de nación «integrador, sentido y compartido por todos, que mira hacia el futuro».
En la lectura participaron Benigno Pendás, presidente de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas; Juan José Laborda, ex presidente del Senado; y Emilio Lamo de Espinosa, catedrático de Sociología y Claudia Múgica.
Entre quienes han firmado el manifiesto se encuentran personalidades como Alberto Aza, jefe de la Casa del Rey entre 2002 y 2011; Amelia Valcárcel; Francisco Beltrán, profesor de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Madrid; Darío Villanueva, ex director de la Real Academia de la Lengua Española; Eligio Hernández, ex fiscal general del Estado; Emilio Cassinello, diplomático; Fernando Vallespín, catedrático de Ciencias Políticas; Rosa Conde, ex ministra portavoz del Gobierno entre 1988 y 1993; Pedro Simón Barceló, presidente del grupo empresarial Barceló; Victoria Camps, ex senadora y catedrática emérita; Javier Rojo, ex presidente del Senado; Jorge Dezcallar, diplomático y Juan José Lucas, ex presidente del Senado y de la Junta de Castilla y León.
También periodistas como Agustín Valladolid, Antonio San José, Emilio Contreras, Félix Madero, Fernando González Urbaneja, Román Cendoya o Isaac García del Río, entre otros, han suscrito el manifiesto.
Los firmantes creen que es «de justicia» reconocer «la contribución decisiva de nuestro Jefe del Estado al funcionamiento de la democracia española» ejercida «de manera ejemplar» según lo marcado en la Constitución, «respetando escrupulosamente no sólo su letra, en el desempeño de sus tareas y competencias, sino su espíritu, apareciendo como su representación más viva y exacta».
«En efecto, como prometió en el inicio de su reinado, su fidelidad a la Constitución ha sido permanente, como irrenunciable ha sido su compromiso con los valores en los que descansa nuestra convivencia democrática», añade el manifiesto.
Consideran que la intervención del Rey «ha asegurado el funcionamiento regular de sus instituciones, incrementando la imparcialidad y legitimidad de estas, y ello ya se trate de los momentos ordinarios o en las situaciones en las que el orden constitucional ha peligrado».
Se refiere a la princesa Leonor y apunta que «una nación además de historia es también un proyecto integrador, sentido y compartido por todos, que mira hacia el futuro. El monarca no sólo es una pieza de articulación en el delicado reloj del Estado. Es un factor esencial de la integración que toda forma política requiere. Se trata de la representación personal y viva de todos, más allá de las diferencias ideológicas o territoriales, de carácter generacional o social, que nos distingan. Y viene a resultar una compensación cordial del pluralismo que como a ciudadanos nos garantiza el régimen democrático. Unidad no es uniformidad y en la España de todos, solidaria y al abrigo de la ley, el vínculo con la Corona es un refuerzo imprescindible del devenir compartido».
«Los españoles hemos visto el esfuerzo del Rey, como el primer servidor público, por responder a la imagen constitucional de la Corona, actuando con determinación y generosidad, dando ejemplo de limpieza y transparencia absolutas. Tenemos un Rey que es un apasionado defensor de la democracia constitucional y de la monarquía parlamentaria. Y es de justicia reconocerlo así», concluye el texto.
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