MADRID, 20 (SERVIMEDIA)
Un total de 15 alumnos con discapacidad intelectual del programa ‘Artis’ de la Fundación Prodis son los coautores de los cuadros que este miércoles se subastaron en la primera edición de CapacitArte. Un proyecto en el que se mezclan la pintura, el arte y la inclusión.
Esta iniciativa que puso en marcha la Fundación Villacisneros en 2023, de la mano de la Fundación Prodis, promueve el desarrollo y la formación artística de este colectivo, a través del refuerzo de su autoestima, destacando la importancia del trabajo en equipo.
No en vano, las obras subastadas son trabajos colectivos, firmados por la quincena de alumnos del programa. Para Helena Venturini, una joven con discapacidad intelectual, lo mejor de la experiencia ha sido “el compañerismo vivido”, ya que han trabajado como si fueran “una sola persona”. “Ha sido mágico porque te concentras, te relajas y sientes como si estuvieras metida en la propia pintura”, reconoce esta amante del arte en una entrevista a Servimedia. “Me encanta el arte desde que era niña, desde los dos o tres años”. Confiesa que su sueño es convertirse en guía cultural para explicar las obras de otros artistas como Picasso, Dalí o Kandinsky. “Mi pintor favorito de toda la vida”, puntualiza.
Su compañera de pinceles es Cristina Rodríguez, también con discapacidad intelectual y que, como Helena, manifestó una pasión precoz por el arte. “Fui a una escuela de pintura con mi padre cuando era pequeña y pintábamos juntos muchos cuadros”, rememora. “Ahora siento que necesito pintar cada vez día más”.
A lo largo del año cinco artistas de renombre han dirigido talleres en los estos jóvenes se han en diversas disciplinas como el collage, el plegado, la cerámica o la pintura. Son jóvenes con inquietudes artísticas que alimentan su curiosidad a la vez que reciben formación sobre Historia del Arte y Humanidades. Gracias a su dedicación y destreza muchos de ellos se han convertido en expertos en la técnica de la acuarela, la tinta china, el dibujo o la pintura al óleo.
Helena trabaja en la actualidad como auxiliar cultural para distintas empresas y asegura que en la Fundación Prodis “desarrollamos mucho nuestra creatividad, y además elaboramos ilustraciones muy chulas con las que ayudamos en los encargos que recibe el Centro Especial de Empleo (CEE) de la Fundación”. Esta joven artista en ciernes se muestra orgullosa de los cuadros presentados. “Nuestra idea es convertirnos en un centro de trabajo artístico y creativo. Queremos funcionar como lo están haciendo mis compañeros del CEE”, explica Helena.
ARTE AUTOFINANCIABLE
Las cinco obras que se vendieron ayer recaudaron un total de 42.200 euros. Esta cantidad de dinero servirá para financiar la segunda edición de CapacitArte, salvo un 20% que irá a parar a manos de los alumnos y coautores de las obras vendidas. La subasta arrancó con la puja por el cuadro ‘La Rayuela’, obra del artista Jacinto de Manuel y de varios alumnos de la Fundación Prodis, que se cerró con una venta de 9.000 euros. Cristina recuerda que fue muy divertido elaborar esta pintura “porque estuvimos jugando a la rayuela, saltando y tirando la piedra”.
Después, el director del taller les dio una bola de arcilla para que se la pasaran unos a otros. “Teníamos que decir cómo nos sentíamos en ese momento”, explica. Se cumplen así los objetivos de CapacitArte de estimular las emociones y las capacidades sensoriales de los participantes.
Las pujas continuaron a largo de la velada. Después fue el turno para el cuadro ‘Todos yo’, de Guillermo Mora y algunos alumnos de este programa; al que siguió ‘Message in a bottle’, firmado por David Caballero y algunos jóvenes de la fundación, que alcanzaron una puja final de 8.000 euros cada uno.
La obra ‘Tangram Maravilla’, de Miki Leal, fue subastada en dos partes, con un precio de venta de 8.500 euros en su totalidad. Y, por último, el collage ‘Las pinturas del verano’, del artista Kiko Pérez, que se vendió por 8.700 euros y cerró la sesión con éxito y sentimiento de orgullo de las familias de los artistas de Prodis. Los padres de Helena declaran que desde que su hija pinta “ésta es su etapa más feliz”. “Nos parece un proyecto maravilloso porque, entre otras cosas, mejora su autoestima”.
CapacitArte aspira a ser un lienzo en blanco sobre el que estos jóvenes con discapacidad intelectual puedan plasmar su particular mirada. Este proyecto no sólo promueve las aptitudes artísticas de este colectivo, sino pretende concienciar a la sociedad de que invierta en arte con un fin social, que apueste por cuadros que verdaderamente, ‘pinten algo’.
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