GERNIKA (BIZKAIA), 3 (EUROPA PRESS)
Un total de 40 estudiantes del instituto de Gernika (Bizkaia) se han rapado la cabeza para mostrar su solidaridad con un compañero enfermo de cáncer y hacer que «no se sienta solo en estos momentos difíciles». «Es nuestro amigo, va a ser nuestro amigo y haremos lo que haga falta para estar con él», ha dicho uno de los promotores de la iniciativa.
Ager Kortabitarte, alumno de cuarto de Secundaria del Instituto de Gernika y compañero de clase del joven enfermo, ha explicado que la idea surgió primero de la cuadrilla a la que ambos pertenecen, que comenzó a raparse «en la calle», y después esta idea propagó al equipo de fútbol en el que juegan los dos.
«Decidimos que todos, después de un entrenamiento, nos íbamos a rapar en el vestuario… pero nos salió un poco mal el plan, que era salir todos al campo juntos (con el pelo rapado), porque entró antes al vestuario y nos vio a todos», ha recordado Ager, quien vio en la cara de su amigo «una felicidad increíble» ante este gesto de amistad.
Según Ager, la gente de la localidad se reía al principio al ver a «uno, dos o tres rapados». «Mira qué pintas lleva ese», decían. Sin embargo, después «se han dado cuenta de que es por algo».
Otro de los jóvenes solidarios, Eneko Arrospide, ha asegurado que ha visto a su compañero «muy feliz» y «emocionado» por el apoyo recibido y comprobar que «estamos con él». «Rapar es un gesto, pero vendrán más cosas. Al final, sigue siendo nuestro amigo, va a ser nuestro amigo y haremos lo que haga falta para estar con él», ha subrayado.
Por su parte, Aimar Artetxe ha expresado su satisfacción por esta iniciativa, en un momento «muy difícil» para su amigo enfermo. «En una enfermedad de estas es muy importante estar bien anímicamente», ha manifestado.
Finalmente, Andoni Agirre, director del Instituto de Gernika, ha considerado «muy positiva» esta iniciativa, porque «ha salido de ellos» y es «reflejo» de los valores que se trabajan en su centro de estudios. «Estamos orgullosos de ellos», ha aclarado.
A su entender, este gesto de los alumnos ha sido «un empujón» tanto para el menor enfermo como para su familia, que está pasando una situación «muy dura», pero «les está ayudando».
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